domingo, 15 de mayo de 2011

POEMARIO ‘El Remolino’, Las razones del suicida:



CORAZÓN SIN ALMA

L. R.

Mi corazón está llorando,
su latido suena a quebranto.
Por encima de los valles,
de los bosques,
por encima de toda la tierra,
mi corazón imita
el color de un cielo lluvioso,
de una noche sin luna,
como un títere inerte,
vacío en su vacuidad.

La melancolía vuela alto
como el buitre negro
en esta noche larga y fría,
atravesando anchos valles
entre las montañas negras.

La luna menguante mengua,
y yo envidio a las estrellas
mientras mi corazón lucha inútil,
marchito y atravesado
por las espinas de una acacia.

Nada se mueve en esta noche, 
nada se disuelve – tampoco en alcohol.
Nada roza ya
mi corazón derrotado
porque él no tiene alma:
se la robaron cuando yo,
maniatado,
dormía.




Copyright © Luis Romero, 2006

Poema extraìdo del libro 'El Remolino' (Lewis Romero, 2012, 2º Ed.)
  

miércoles, 11 de mayo de 2011

Crónica: Concierto de JOSE LUIS PARDO & the Mojo Workers. El Café del Cine, 16 de abril de 2011, Tomares, Sevilla.





Mi primer impulso ha sido comenzar esta crónica con un ¡IMPRESIONANTE!

Pero lo cierto es que voy a entonar primero un LAMENTABLE. Y no me refiero al excepcional concierto que pudimos disfrutar anoche los que asistimos expectantes a la increíble exhibición de energía, destreza, virtuosismo y dominio del lenguaje que ofreció el  guitarrista José Luis Pardo acompañado de su banda para esta ocasión. 

Me refiero a que para los aficionados de esta ciudad de Sevilla que no pudieron, o que no quisieron, acercarse al Polígono El Manchón de Tomares a contemplar uno de los mejores actos de Blues que se puede ver en estos tiempos difíciles que corren, para los muchos ausentes, digo, que sin duda se lamentarán cuando algún amigo les cuente lo acontecido ayer sobre el escenario de El Café del Cine, y tendrán que caminar por la vida a partir de ese instante sin el placer de poder recordar y saborear los momentos que ayer el genial bluesman argentino, sin cuentagotas y a quemarropa, nos dejó grabados en nuestra memoria colectiva a los que sí fuimos, a los que puntuales no faltamos a la cita con el blues. 

Dejando a un lado el sarcasmo, no exagero ni un ápice. De testigos estaba el local repleto. Y los que va dejando José Luis por dondequiera que lleve su blues. Ya el día anterior a este concierto había dejado su reguero en Lucena y hasta en la India y el Nepal pueden dar fe de ello. Pero aun no es tarde para estos amigos que se ausentaron sin excusa posible: José Luis Pardo actúa hoy de nuevo en Huelva, en la Sala Habana, junto a la Vargas Blues Band. Todavía están a tiempo. Si no, es posible, el dios del blues no lo quiera, que vuelvan a pasar varios años para que regrese con su guitarra por estos pagos del Sur, como hizo hace tres, donde ofreció una actuación acústica en el mítico local CASAGRANDE BLUES BAR de Tomares, afortunado lugar del universo blusero, que todavía recuerdan los jóvenes y viejos del lugar.

No se entiende, sintiéndolo mucho, que un concierto de esta calidad no interese a algunos de los aficionados al blues – y a la música, en general - de esta bendita ciudad, por mucho viernes de Dolores que sea, cuando además LA CASA DEL BLUES DE SEVILLA, organizadora del evento y que trabaja por y para la promoción y difusión de este género primigenio, origen de todo lo que vino después, ofrece al público el concierto al modesto y pírrico precio de 3 euros. Ante esto, solo se me ocurre una causa de fuerza mayor para perderse el formidable espectáculo que José Luis nos tenía preparado.

José Luis Pardo nació en Buenos Aires el 17 de Marzo de 1981, acaba pues de cumplir 30 años. Lo hago notar, porque musicalmente y sobre el escenario parece más bien un veterano de cuarenta y tantos. Durante el primer pase pudimos asistir, un poco perplejos, todos los que, como yo, no lo habíamos disfrutado en persona, a un maravilloso desfile por los más conocidos y exquisitos estilos de la guitarra de blues a lo largo de la historia de este instrumento en el género, que supera largamente el siglo de existencia. Desde B.B. King a Hendrix y Stevie Ray Vaughan, pasando por los maestros Freddie King, Albert Collins o Buddy Guy, alumnos aventajados como Bob Margolin y Alvin Lee fueron también fueron invocados por las seis cuerdas de su Fender Stratocaster.

Todo ello, sin sacrificar un estilo propio, autodidacta, intenso, plagado de detalles técnicos y también para la galería - lo que se agradece y mucho pues, como suele decirse, eso crea afición – que capta la atención desde el primer fraseo, acompañado además por una sección rítmica, formada para esta mini-gira sureña y compuesta por los catalanes Jordi Cobre (bajo) y Carles Badal (batería) que también demostraron su magnífico oficio acompañando a este joven e imprevisible sobre el escenario maestro bonaerense, lo que imagino no debe ser tarea fácil. Todo ello salpicado con las dosis de humor y complicidad con la audiencia que tanto se echa de menos últimamente en otros shows.

Después de la obligada pausa para fumadores – así como necesario descanso emocional para público y banda – en el segundo itinerario por la autopista del blues, José Luis Pardo nos guió por terrenos del swing e incluso del soul, con una magnífica versión del clásico de Ray Charles ‘I Believe to My Soul’, con la que hizo corear el estribillo a todo el local, incluyendo al estiloso personal de detrás la barra.


Y así, casi sin darnos cuenta del paso del tiempo, llegó la hora de los artistas, de los bluesmen autóctonos. La leyenda sevillana Mingo Balaguer rompió el hielo y demostró, una vez más y son incontables, cómo se puede dejar un local en llamas sin calentamiento previo. Además nos dejó en primicia la noticia de su “asociación ilícita”, en breves fechas, con el protagonista de la noche, José Luis Pardo. Miedo me da lo que pueda salir de ahí. Bromas aparte, es una excelente noticia para todos los aficionados al Blues del planeta y parte del extranjero.

Más tarde, también subieron al escenario José María Pardo, de Andabluses, (que, en sus propias y jocosas palabras, “no sabía que la familia Pardo pudiera llegar tan lejos”) y el guitarrista Pepe Delgado, que a lomos de la Gibson E-335 de José Luis también dejó su impronta en el escenario.

Decir que otros destacados miembros de la comunidad blusera andaluza se encontraban entre el público pero, desgraciadamente, no pudo haber tiempo para todos, en una actuación que se alargó, incluyendo descanso, a las tres horas y media. Se echó de menos, entre otros, al joven Kid Carlos que se encontraba tocando con su banda en Las Cabezas de San Juan.

Para cerrar el show, una sorpresa nos aguardaba en el horizonte: pasadas las tres de la excelsa madrugada, José Luis Pardo presentó al gran Lolo Ortega, quien recién terminado su concierto en Valencina de La Concepción se presentó, Strato blanca en bandolera, a hacer los honores y a desgranarse unos solos con José Luis Pardo, para disfrute y goce del personal que, atónito, contemplaba el final del show con sonrisa ancha y merecida admiración por los músicos.

Concluida la velada, el corazón de nuevo en su sitio, la voz bastante cascada y encendido el penúltimo cigarrillo, sería de esperar que noches como la de ayer se repitieran a menudo en esta luminosa ciudad, a veces esquiva, a veces amada, que, muy a pesar suyo y le duela a quien le duela, tiene y seguirá teniendo alma de blues.

Y sí, fue IMPRESIONANTE.

Gracias. 


José Luis Pardo abre el concierto

Mingo Balaguer & José Luis Pardo, una "Asociación ilícita"

Y apareció el maestro... Lolo Ortega

http://www.myspace.com/joseluispardo