La razón es muy simple: escribir correctamente es un proceso
cognitivo que requiere esfuerzo mental, es decir, pensar, concentrar la
atención, acceder a la memoria, recordar instantánea y simultáneamente la
ortografía, la puntuación, la gramática, el vocabulario, los datos, el tema…
Cuando los niños aprenden a escribir, los maestros y
pedagogos de enseñanza primaria saben muy bien que éste es el mayor esfuerzo
mental al que se enfrentan, el que requiere de los niños sus mayores
capacidades. Hoy en día la ley del mínimo esfuerzo se impone en todos los
campos, y el caso del lenguaje escrito no iba a ser una excepción.
Y no hablemos de la dificultad de la ideación (pensar por escrito) en la que se generan pensamientos
originales, interpretaciones personales, soluciones a problemas, o conceptos y
opiniones argumentadas…
En resumen, me parece una estupidez einsteniana la kultura con K de kilo.
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Dedicado a mi amigo el bluesman de Tomares Lucky Tovar que estaba plenamente de acuerdo, en esto, conmigo.
Yo también lo estoy, con ese de acuerdo. Saludos.
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