sábado, 11 de julio de 2015

Nota de gratitud a BOB DYLAN

Bob Dylan en Córdoba, 2015
Imagen: Oscar Chaparro

Gracias, Bob.

Gracias por tu traje negro y por tu traje gris.
Gracias por tus botas y por tu sombrero en la mano.
Gracias por ser un tonto y querernos.
Gracias por venir a vernos.
Gracias por no dejarnos envueltos en tristeza.

Gracias por tu luz, gracias por tus sombras.
Gracias por seguir intentando pintar tu obra maestra,
por seguir inventando mapas de carretera para el alma,
Gracias por permanecer por siempre joven.

Gracias por caminar a veces sin dirección.
Gracias, querido Bob, por tus visiones.
Gracias, cómo no, por “Like a Rolling Stone”.
Gracias por devolver tu experiencia
en forma de inmortales canciones.
Gracias por compartir tus sueños,
gracias por hacernos soñar.

Gracias por cantar interminables baladas,
gracias por hacernos despertar.

Gracias por no darnos las respuestas,
gracias por hacernos pensar.


Y gracias por ser un hombre que canta y baila a tus 74 años, Bob.
Gracias por tu amor que no es en vano.
Gracias por tu gozo y gracias por tu amargo blues.
Gracias por tu voz antigua de grandes aguas
que nunca fue ahogada
por el humo de trenes que conducen hacia el Sur.


Gracias por tu genio libre de hacer lo que quiera.

Gracias por tu honestidad y el largo camino recorrido.
Gracias por tu profunda soledad.
Gracias por la tempestad y gracias por el viento.
Gracias por tu clara ambigüedad,
gracias por dejarnos con la duda.

Gracias por tus hurañas contradicciones.
Gracias por no haber sido un dios o un mito.
Gracias por ser solamente un hombre, un músico.

Y por tantas otras cosas, Bob.
Tantas noches diáfanas y tantos días en el claroscuro,
tantos años paseando juntos por la vida y por el Tiempo.

Podemos irnos mañana
o tal vez podríamos irnos hoy,

a algún lugar…
como aquellos hombres cuyos labios
están todavía 
marcados por el fuego
como aquellos hombres
cuya voz vino con el humo y se evaporó con el viento.


Entre tú y yo, querido Bob,
en las altas cumbres a esta hora,
la hora del amanecer,
altanera cuelga la luna mora
y hasta que la volvamos a ver,
despunta el sol sobre la atalaya
o es el reflejo azul de mi guitarra
mientras te canto mi canción.



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I'm a Fool to Want You” (Córdoba, 2015)
Dylan evoca a Sinatra en un gran momento del concierto,
Aquí Bob, rodeado de micrófonos, crea el ambiente adecuado.
El público interrumpe con aplausos antes de abordar el puente…Emoción.
 
Despedida