viernes, 28 de abril de 2017

ELLA FITZGERALD y PICASSO



Esta semana fueron aniversarios el bombardeo de Guernica (1937) tristemente inspirador de la impresionante obra de Picasso y también el centenario del nacimiento de ELLA FITZGERALD (1917) y hay una anécdota curiosa y un nexo común entre estas dos grandes figuras del siglo XX que fueron Ella y Pablo Picasso:

Iñaki Añua, director del Festival de Jazz de Vitoria, puede presumir de haber tenido en su certamen en un mismo año a dos grandes damas del jazz, Ella Fitzgerald y Sarah Vaughan. En sus años como director del Festival, Añua ha dedicado muchas horas de trabajo a contratar a grandes figuras pero solo a una de ellas, a Ella Fitzgerald, ha ido él en persona a buscarla.

Fue a principios de los años 80, la artista estaba en un hotel de Biarritz, al que Añua llegó a bordo de un lujoso Cadillac con matrícula de Vitoria, que le prestó un gran industrial, con chófer incluido y con la gasolina pagada. Durante el viaje de vuelta, Añua preguntó a Fitzgerald qué se sentía al tener en su casa de Beverly Hills un retrato suyo hecho por Picasso -el único que Picasso ha hecho nunca a un artista-, y ella respondió que "no lo sabía porque Norman Granz, su mánager personal – Granz era uno de los mayores coleccionistas privados en Estados Unidos y amigo personal de Picasso y fue quien promovió la reunión en casa del genial pintor con Ella, reunión que no llegó a producirse-, se lo había llevado para ponerle un marco y debía de ser un trabajo muy difícil porque aún no se lo había devuelto…".


Norman Granz

La litografía original, inspirada en un concierto de Ella con Joe Pass y The Paul Smith Trio en 1970, dio muchas vueltas y esta tarde me la he encontrado, la buena, la original, en venta en eBay…

Está barata, si alguien tiene 15000 pavos…


http://www.ebay.com/.../Ella-Fitzgerald.../361521835674








domingo, 2 de abril de 2017

CRÓNICA JULIÁN MAESO en SALA X, SEVILLA



Hace una noche maravillosa…

Camino del concierto de Julián Maeso mi viejo coche se ha parado en la A-92 a la altura de Bormujos y no ha querido volver a arrancar. Llamada de urgencia a la grúa: “no se preocupe, en unos 45 minutos estamos ahí.” En estos casos, los camiones de carga pasan a toda velocidad, no es buena idea quedarse a refugio dentro del coche. Coloco el triángulo señalizador y enfundado en el chaleco reflectante salto el quitamiedos de acero y me adentro unos metros en la oscuridad del campo. Enciendo un cigarrillo y espero al coche-grúa allí mismo, sentado a la intemperie y a pocos metros de mi coche moribundo. La luz del mechero ha iluminado un par de olivos cercanos y me parece escuchar el kiú penetrante y quejumbroso de un mochuelo. Hace algo de relente, por no decir un ligero viento frío, que se me agarra a la espalda.

No sé por qué, pero me imagino que estoy junto a un campo de algodón de la Luisiana española, y pienso, sólo de pasada, en aquellos españoles al mando del extremeño Alonso Álvarez de Pineda que fueron los primeros europeos en descubrir
el delta del Mississippi. Luego, el también extremeño Hernando de Soto, fue quien tomó posesión de la cuenca del río para España (recuerdos de estudiar Historia de bachillerato en un colegio extremeño; insistían mucho con los conquistadores.)  Lo del coche no me ha sentado nada bien y estoy nervioso. Intento relajarme un momento, cierro los ojos y apuro el cigarrillo dando una gran calada. Imaginando fluir el gran río americano, puedo oír ahora, a cierta distancia, las voces de los negros aparceros canturreando una canción de trabajo bajo un sol poniente. También oigo silbar el látigo cuando cae sobre las espaldas. Intento concentrarme en la melodía de un viejo blues y casi puedo ver a Muddy Waters en el porche de su cabaña, con un bottleneck en el dedo meñique,  grabando “I Be’s Troubled” para Alan Lomax y la Biblioteca del Congreso:
Muddy Waters and Henry "Son" Simms, Stovall Plantation 1941

                                                 "Well if I feel tomorrow, like I feel today
                                                   I'm gonna pack my suitcase, and make my getaway
                                                   Lord I'm troubled, I'm all worried in mind
                                                   And I'm never bein' satisfied,
                                                   and I just can't keep from cryin'“ 

La noche se alarga y en la autopista no hay ni rastro de la grúa.
Veo cómo la luna mora se pone por el oeste y cómo el carnero Aries la sigue al poco tiempo.  El planeta Marte (supongo que Mercurio también aunque no pueda verlo) se oculta en el horizonte y la noche queda oscura, solamente iluminada por Sirio y por Orión, el cazador. Al otro lado, me giro y veo a Júpiter saliendo, como el rayo, por el Este y diciendo: “aquí estoy yo, no te preocupes, no te sentirás mañana como te sientes hoy, se acabaron tus problemas esta noche; tranquilo, Lewis.”

Miro el reloj, miro al este y al oeste…, al coche, al triángulo, a la carretera…, ¿y la puta grúa? Agarro el teléfono para llamar otra vez, ha pasado más de una hora,  ya serán más las 11 de la noche, Julián Maeso estará casi en los bises… el concierto se ha esfumado, se ha ido con el viento... cuando suena el ring de mi móvil y una voz, yo la calificaría de aguardentosa, me espeta: “¿Dónde está Vd.? He pasado Bormujos dirección Umbrete y no he visto su coche…” 
Me quedo perplejo: “Pero hombre”, le digo, “estoy parado a altura Bormujos pero en dirección Huelva-Sevilla, ¡no Sevilla-Huelva! Estoy parado justo enfrente del P.I.B.O., el polígono industrial… dé Vd. la vuelta, hombre, llevo más de una hora aquí…”

20 minutos más de espera. Los empleo para cantar mentalmente varios country blues y una canción de los Beatles, “Across the Universe”. La música, dicen, remansa, aplaca la ira: “Es que he tenido que ir hasta Sanlúcar para dar la vuelta… disculpe”, me dice el gruísta cuando llega a mi lado.  “¿Qué le ha pasado al coche?” “No sé, se ha venido abajo solo, pruebe a ver si es la batería… “ El tipo, unos 55-60 años, conecta electrodos y brrrmmm… el coche arranca como un ferrari de pueblo. “Suena bien el motor de este coche”, me dice, “es que va sin tubo escape” le digo, “ah, ya” me dice.  “Pues eso”, le digo, firmo, me marcho y  se viene detrás de mí un par de kilómetros. Al rato, desaparece en un cruce (de caminos, claro).

Yo doy media vuelta en Gines y al rato paso de nuevo, pero en sentido contrario, cerca de los dos olivos solitarios plantados en el campo que me ha acogido esta noche, así, por sorpresa, entre country blues y un mochuelo europeo. Miro de reojo hacia el otro lado y me despido de todos ellos agradeciéndoles el rato y el cobijo.

Las doce en punto, ya se acabó marzo y esta aventura.
Enciendo la radio del coche, empujo el CD en el reproductor y vuelvo a casa escuchando el primer disco de Maeso, el doble, el extraordinario “Dreams Are Gone”.

Sí…, el sueño de una noche de primavera,
los sueños de una noche de concierto,
se han ido flotando con el viento.

Ha sido, de hecho hace, una noche maravillosa…




                                                                  "I Be's Troubled", Muddy Waters (1941)