viernes, 11 de noviembre de 2016

a LEONARD COHEN



Gracias, Leonard.
Gracias por las tardes
gracias por las noches
escuchando una canción
leyendo un poema
mirando desde la ventana
celebrando lo que no existe
pensando que la música escuchada nos escucha
que el poema leído nos lee.

Todo pudo haber sido nada más que sonido
apagado entre las sombras de las cosas.
Recordamos entonces que la luz se muere
y no recordamos que también se apagan las sombras.
 
¿Se afinará así el corazón del aire
cuando una canción se vuelve vacío?

Nunca, tu voz nunca
podrá extinguirse entre la sombra.

So long, amigo mío.
Hasta la vista.