miércoles, 4 de abril de 2018

Navegar




Si debo navegar en la noche
que sea en el oscuro mar
¿qué importa la tormenta?
pelear como los dioses, sin miedo al destino
como los locos, como pelean los niños.

Navegar, pero… ¿hacia dónde?
mi sombra aplastada contra el húmedo muro
sabe más de tristezas y rumbos que yo mismo
y se romperá al voltear la esquina
de una calle cada vez más desierta y oscura
y se rompe con ella
como el cristal de la botella
el pasajero de este barco
que olvidó hace tanto
hacia dónde hacer girar el compás.



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