domingo, 28 de abril de 2019

ELECCIONES EN EL TEATRO ESPAÑOL

Teatro Epañol
foto: Sergio Parra


ELECCIONES EN EL TEATRO ESPAÑOL (relato)

28 de abril, 07:00 a.m.

Hoy hay elecciones.
Hoy no es tarde aún, hoy también se puede reflexionar.

Leo en un periódico que “dejar que se presenten (los presos catalanes del 1 de octubre) a las elecciones y una vez elegidos suspenderles, es una perversión fascista y un nuevo intento de humillación a un pueblo.”

Al pueblo catalán se entiende. Yo no veo tan claro que de esa humillación participen sólo y exclusivamente los catalanes. En realidad, no es solamente el pueblo catalán el humillado, es el pueblo español, la nación entera es la humillada, pero no por el motivo que alega el periodista, aunque tal vez no acabo de entender del todo las reglas de este juego o en particular esta jugada maestra.

Dejando aparte el tema de independentismo, que quede claro, este argumento no tiene nada que ver con el independentismo. 

Estudiemos los casos para presos preventivos comunes, que es lo que son, ¿no? Ya que no son presos políticos, entonces son comunes, comunes y preventivos. 

Tenemos sólo dos casos, que el juez lo permita o que no lo permita:


(A) El juez SÍ PERMITE a los presos preventivos presentarse a elecciones. Parece ser que de no hacerlo, violaría derechos de dichos presos. El juez, como cualquiera con sentido común, debe saber que de esta decisión pueden suceder sólo dos cosas: que salgan elegidos o que no salgan elegidos:


1) Que SÍ salgan elegidos y que juren el cargo, como así ha ocurrido. Es decir, lo normal, lo natural, lo que las encuestas y todos esperaban con probablidad del 99% que sucediera; hasta aquí, bien. Pero un juez del Supremo, un fiscal del Estado y unos abogados defensores de los presos, todos expertos en Derecho Constitucional y Penal, estos señores magistrados y letrados conocen o deben conocer, digo yo, el reglamento del Congreso... un reglamento que permitirá a los presos jurar pero no ejercer el cargo desde una situación de prisión preventiva y por tanto (previa consulta teatral de la presidenta a los letrados del Congreso), aunque juren serán suspendidos como diputados con el 100% de probabilidad. Esto es así.

Un inciso: todo esto sucedería, de hecho ya ha sucedido, sí o sí, al 100%, es decir, sin hablar o pensar en conspiraciones políticas, me refiero a pactos secretos o turbios entre P. Sánchez y Oriol Junqueras si algo fallara (algo falla, desde luego). Todos sabemos que esto no sucede nunca y que la alta Política es honesta con el votante y con el ciudadano, aunque éste sea un malpensado.

Concluyendo: el escenario al que lleva este supuesto se conocía ya de antemano; tanto el juez, como el fiscal, como los abogados de los presos sabían lo que iba a suceder. No sé de qué nos extrañamos, entonces. 

El resultado y la supuesta “humillación” ya eran conocidos por todos ellos (también por el gobierno en funciones de Pedro Sánchez) y los presos se han prestado como títeres a este juego, a este engaño al pueblo, sea al pueblo catalán, al español o a los dos. 


Segunda posibilidad:

2) Que NO salgan elegidos diputados; la probabilidad de suceso era bajísima pero no hay aquí este problema, los presos siguen en prisión a la espera del juicio o de otra decisión del juez: fianza, arresto domiciliario, etc., que es en mi opinión, sin tener ni pajolera idea de leyes, donde deberían estar por el asunto del independentismo: en sus casas, no en la cárcel. Pero hay más. 

Sigamos con la otra alternativa del juez:


(B) El juez NO PERMITE a los presos preventivos presentarse a las elecciones. Aquí no tenemos el problema del reglamento del Congreso, pero entonces se lía parda en Cataluña, y con razón, por violación de derechos fundamentales a los presos preventivos. Presos que no son cualesquiera, son los cargos electos del anterior gobierno autonómico catalán defenestrado por el PP de Rajoy en el poder. En esta tesitura, el gobierno nacional del PSOE, o el CGPJ, o el órgano que corresponda, veta o impugna al juez rebelde, echan a dicho juez del caso y a empezar otra vez con un nuevo juez en la casilla de salida. 

Esta jugada la hacen a menudo, incluso inventan razones para destrozar la carrera de un magistrado que tenga la mala suerte de ser honrado y de no comulgar con sus planes o ideas.

Conclusión final: todo es mentira. Una farsa interpretada por actores, actores elegidos en las urnas por los ciudadanos; ciudadanos y votantes impenitentes que actúan también pero como público de un dramático vodevil todavía sin final.

Todos sabían de antemano lo que iba a suceder con los presos preventivos, seamos realistas. Las probabilidades no mienten, las encuestas se equivocan muy muy de vez en cuando y la ley electoral, el Derecho, la Ley con mayúsculas, deja pocos recovecos. Y los que deja (“hecha la ley, hecha la trampa”) sólo los conocen los que la legislan, los que la ejecutan y los que la dictan, los tres poderes clásicos de las democracias: legislativo, ejecutivo y judicial….con la autoridad (policía, cuerpos de seguridad, etc.) a su servicio, no al del pueblo, sea este el que sea, pongan Vds. el gentilicio que quieran.


Más, por supuesto, el cuarto poder, los mass media, la prensa generalista afín al régimen que está ahí para echar una mano por si “algo falla” con la ciudadanía. Ciudadanía que feliz y ciega sigue comprando series de TV, televisores, radios, periódicos... Y ahora internet. Y después, la energía. 

Y el público cobarde mira para otro lado, para el lado de donde no vienen los tiros. Y salen a la calle felices, dichosos de vivir en un país libre y con sol y playa todo el año. Tenemos un gran país, dicen. Sí, pero sólo por su situación geográfica. Entre bambalinas no rechista ni el apuntador.

Toda esta tragicomedia la vivimos a diario. 
Todo esto, todo es un teatro.
Oído en el Congreso, las cloacas de los estados español y catalán:

ORIOL JUNQUERAS: Tenemos que hablar.
PEDRO SÁNCHEZ: No te preocupes.


Nos engañan como a inocentes votantes que van a votar los domingos y fiestas de guardar. Días como hoy, días como éste. 

Nos vestimos, nos ponemos guapos y guapas para ir temprano al colegio electoral… Otros lucen sus mejores galas para después de echar la papeleta ir a misa de doce y pedir a Dios que les deje como están, con toda la hipocresía y el decoro. Unos se atragantan con pescado y otros al nadar en oro.

Hoy hay elecciones.
Vota, hombre.
Vota, mujer. 
Vota, joven.
Vayamos a votar todos y todas.
Votemos todos juntos.
Votemos todos hasta el final.


-------------------------------- ooooo ---------------------------------------


NOTA del Autor.
Amigo lector: si en la sala, si en tu redacción, si en tu periódico hay algún jurista que pueda rebatir este argumento teatral, me alegraré mucho y estaré encantado de que me demuestren que estoy equivocado.

No quiero seguir pensando que no somos más que público anónimo sentado en el patio de butacas del Teatro Español mientras vemos suceder la trama de un mal sainete sin poder hacer nada para evitarlo.

Porque a día de hoy, yo y supongo que muchos otros como yo, dispuestos a actuar con nuestras armas, cada uno con las suyas -la de un periodista honesto es su pluma y su intelecto-  yo y muchos otros, decía, seguimos pensando, seguimos creyendo que nos están utilizando.