martes, 24 de mayo de 2016

Happy Birhday BOB DYLAN




Vengo de ver nacer el Sol
no una mañana cualquiera
el día luminoso que nació Bob.

Y será Zimmerman en la Estrella
del día sin remedio ni fulgor,
el día oscuro en que Dylan muera.

viernes, 20 de mayo de 2016

María y Roberto




Yo he abrazado la noche mientras el campo de batalla ardía.

Nada se movía en las calles mojadas del pueblo.
Las balas silbaban por las esquinas, el agua de lluvia estaba muerta.
La fría noche voló el puente en mil pedazos.
Las sombras inundaban el camino hacia el bosque.
Y tras el bosque las montañas y la frontera española.
Yo marchaba, pensando en el tibio contacto de tu mano en mi cara.
Las rocas milenarias me hablaban
y mis alas me elevaban sin hacer ruido.
Pude tocar el cielo, sí,
pero a cambio de tu amor pacté mi rendición.

La última aventura fue cruzar el río, pálido de destellos de luna.
En el sendero encontré una flor que me susurró tu nombre.
En la alameda, gritando agité mis brazos hacia al cielo.
Grité a la catarata que se vertía entre los álamos.
Por la llanura se oían los gallos al alba
y de las cumbres nevadas
surgía incólume la diosa blanca del crepúsculo.

De vuelta al pueblo
corrí por entre los campanarios y los tejados.
Como un demente te buscaba
en las escaleras de mármol y en las cúpulas.
En la lejanía, un huracán de desolación aullaba
entre las calles sin vida.
Persiguiendo las notas de un saxo llegué a la casa roja de la colina
y allí encontré refugio de la tormenta.
En el alto del promontorio
te rodeé con mis brazos y sentí tu gentil cuerpo,
la enagua azul cayendo sobre tu pierna de seda
tu colgante celta y tus dedos de pirámide.

El niño y el alba cayeron de nuevo a lo hondo del bosque.

Cuando desperté del sueño aún llovía
y tú te habías marchado.