Amigo Lucky, te fuiste y nos has dejado
huérfanos.
Huérfanos no solo de tu presencia, de tu
persona,
de tu optimismo ante toda circunstancia,
de tu bonhomía,
sino también de tus bromas, de tu conversación,
de tus chistes, de esas historias que contabas con tanto arte;
nos has dejado huérfanos de tus palabras.
de tu optimismo ante toda circunstancia,
de tu bonhomía,
sino también de tus bromas, de tu conversación,
de tus chistes, de esas historias que contabas con tanto arte;
nos has dejado huérfanos de tus palabras.
Porque tus armas eran las palabras.
Pero tú sabías por qué las palabras daban
vueltas a tu alrededor,
las mismas palabras que te estarán
rondando en este momento,
las mismas palabras, los mismos
pensamientos, los mismos sueños
saltando al furgón, bajando al sur todos
en el mismo tren.
En la vida a veces es mejor dejar a un
lado el traje gris
y vestir de negro riguroso.
y vestir de negro riguroso.
Abrir los ojos al viento de Levante
y luchar hasta caer muertos.
y luchar hasta caer muertos.
Ahora Lucky, estoy cantando una canción
para ti.
Estoy cantando para ti pero ya no puedo
cantar más.
No, debo reaccionar y escupir rápidamente
las palabras,
golpear ciegamente las paredes y gritar
los pensamientos,
intentar pulverizar la rabia sin ningún
remordimiento.
Si pudiera sentir que vuelvo a escucharte
una palabra, una canción, una historia,
unos versos de blues en castellano.
Si pudiera hacer latir con fuerza tu
corazón malherido,
Si pudiera devolver el golpe…
Pero hoy solo atisbo en la lejanía, una
vez más,
sobre el suelo, un bluesman.
Y cualquiera que sea la apuesta sobre la
mesa
algo me hace pensar que la has ganado,
que el sitio que ahora ocupas,
el lugar en el que estés sentado,
esperando el momento de salir al
escenario,
en el instante previo a tomar el
micrófono,
tu voz y tu mirada nadan en las palabras
y te dices: “Vamos”, y vas,
y vas con el alma,
y vas con el alma,
y vas con tu coraje
y con tu inseparable bolsita de mojo.
y con tu inseparable bolsita de mojo.
Te marchaste, Lucky.
Te marchaste, pero en realidad te has
quedado para siempre
pues la huella que has dejado no se
borrará jamás.
Hasta la vista, compañero.
Impactada aún al enterarme ayer de la noticia.
ResponderEliminarBellas palabras para un genio.
Que buenas palabras.
EliminarLucky te echo de menos.