Salvajemente
puro despertar en la
mañana y despedir en mi ventana
la enferma
fantasía de los locos,
el patio sin
macetas desolado por una triste escarcha
la luz del amanecer se filtra entre la persiana,
se posa como un aleph
la luz del amanecer se filtra entre la persiana,
se posa como un aleph
sobre el
lomo de los cuatro acuerdos
se mezcla en el granate que dibujan
se mezcla en el granate que dibujan
las olas en
el fondo de la copa de vino.
El invierno,
un libro y una botella vacía
es lo que ha dejado tu ausencia.
El batir de las alas y la criatura salvaje de dulce lienzo
era tu piel ofrecida sin miedo
sobre la madera de la mesa la vela azul,
consumida en otro lugar y en otro tiempo,
es lo que ha dejado tu ausencia.
El batir de las alas y la criatura salvaje de dulce lienzo
era tu piel ofrecida sin miedo
sobre la madera de la mesa la vela azul,
consumida en otro lugar y en otro tiempo,
prendió la
madera de un barco vencido,
una pleamar de soledad, una luna llena roja
la torrencial lluvia venciendo
a un barco arrastrado por el oleaje,
varado en el agitado mar
y hundido en el remolino de tu vuelo.
una pleamar de soledad, una luna llena roja
la torrencial lluvia venciendo
a un barco arrastrado por el oleaje,
varado en el agitado mar
y hundido en el remolino de tu vuelo.
En algún
lugar, vibrarán en el aire plano
más allá del
miedo y de las nubes
las notas
cristalinas de un saxo.
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