ismados en sus propios pensamientos o simplemente vacíos, hastiados de una realidad que ha dejado de ser humana, que ha pulverizado todo sentimiento, simplemente porque no tienen cabida en esta selva de asfalto.
No lo saben. Deambulan perdidos sin querer preguntarse el porqué sus pasos los conducen ante una copa y un cigarrillo, buscando la compañía de seres solitarios como ellos, que acodados sobre la barra de cualquier bar, posan sus miradas ensimismadas ante cualquier objeto que les sirva de excusa para no enfrentar sus rostros y miserias cotidianas. El miedo los paraliza, les convierte en muñecos de cera o meros maniquíes expuestos en un escaparate de amplias cristaleras. Las luces del diner, que se proyectan sobre la calle solitaria, potencian aún más tan desoladora escena. Hopper crea una intemporalidad, un vaciado del tiempo, la escena se congela, todo es silencio alrededor.
Billie Holiday - Sophisticated Lady
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